Buenaventura, ciudad puerto de Colombia, principal entrada de comercio en el Pacífico Colombiano. Cuenta con una gran extensión rural donde se encuentran áreas muy importantes de conservación ambiental. Allí nacen ríos y se encuentran selvas húmedas que enriquecen a la región y le dan un toque de mística.

Una de las características de la zona rural de Buenaventura, es su riqueza humana. Poblaciones que resguardan y atesoran tradiciones a través de sus historias y sus prácticas ancestrales como la agricultura, que además de la pesca, permite cultivar diferentes productos como el bananito, la papa china, las plantas aromáticas y medicinales, entre otros.

Sobre este territorio se encuentran también un sinnúmero de árboles maderables que les dan el sustento a estas comunidades para un mejor vivir y que además, comparten suelo con la insignia cultural del puerto de Buenaventura, una palma que da como fruto el emblemático chontaduro y que encuentra en la ciudad puerto, las condiciones idóneas para su crecimiento.

Un poco de historia

A principios del año 2000 Buenaventura era el principal cultivador de chontaduro en el país. Comunidades enteras se sostenían económicamente gracias a las cosechas de chontaduro que se producían en el año, era tanta la producción que las comunidades podían exportar chontaduro. 

Luego, debido a un problema fitosanitario de carácter plaguicida, los cultivos se vieron afectados a gran escala, disminuyendo hasta a 0 la producción de chontaduro en muchos sectores. Estas comunidades se vieron damnificadas durante más de 10 años por esta razón y la reactivación del cultivo se ha dificultado a través del tiempo.

Sinnúmeros de entidades y proyectos han invertido esfuerzos e investigaciones para fortalecer el cultivo. Aún queda mucho por hacer, pero las comunidades hoy por hoy siguen con el ánimo de reactivar de manera adecuada sus cultivos, sus palmas, la producción de chontaduro y volver a tener este fruto emblema y tradicional en todas las ciudades de Colombia, cultivado y exportado desde el propio pacífico vallecaucano.

Actualmente, la palma de chontaduro se recupera a través de diferentes estrategias que han aplicado las comunidades. Desde recomendaciones de entidades del sector agropecuario en Colombia, hasta estrategias propias, autóctonas, tradicionales, que le permiten a la producción ser rentable, ya que en algunas zonas los paquetes técnicos no son viables por sus costos.

Es necesario reconocer que el agricultor en Buenaventura posee un alto amor al chontaduro, es su cultivo representativo y siempre buscará la forma de reactivarlo. Aún se encuentran racimos a la venta en Buenaventura, palmas alrededor de la carretera en las comunidades y lo más importante, aún se encuentra una comunidad dispuesta a reactivar sus cultivos de chontaduro sin importar qué problema se pueda presentar.

Martín Londoño – Marcela Albornoz Granada