Rio Tuluá, este año emprendiste un camino hacia la conservación, nos arropaste con estrategias para preservar la tradición milenaria y ancestral de la ganadería con prácticas sostenibles que ponen en primer lugar los ciclos de regerenación de la naturaleza.
Pintaste las verdes praderas de las fincas ganaderas del corregimiento de Monteloro en Tuluá con diversidad de árboles forrajeros y forestales. Nogal cafetero, carbonero, botón de oro, chachafruto y eucalipto rojo hiciste brotar de los suelos para implementar sistemas silvopastoriles.
Llegaste con conocimientos a transformar paradigmas y a concientizar sobre la imperante necesidad de hallar nuevas maneras de hacer las cosas para reducir los impactos ambientales, para cuidar lo más preciado que tenemos: el agua, el suelo, el aire…
¡Hoy te agradecemos por cautivar la pasión de los ganaderos de Monteloro y sembrar en sus corazones frutos de conservación!
Por Natalia Acosta Henao
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