A pesar de las largas horas de viajes, gracias a ti, pudimos conocer la “ciudad perdida” del Cauca y tierra del chontaduro, el fruto del amor.

Mar Pacífico, sol, palmeras y comunidades negras son, por lo general, las primeras imágenes que vienen a la mente de la gente del interior del país cuando degusta un chontaduro o ve los platones de las vendedoras llenos de esa exótica fruta, en las calles de las ciudades.

No permitiste admirar a estas majestuosas comunidades negras donde abrazada por las aguas del río Anchicayá y rodeadas por verdes montañas que, desde lo más alto observan su grandeza, gracias a ti, no pierden las esperanzas de que sus cultivos vuelvan a ser admirados por todos.

¡Gracias PAT!

Por Francisco López Jácome