CreCEO, nos enseñaste que soñar es posible, que insistir es el camino y que cada logro obtenido es solo un paso en el largo y gratificante recorrido del éxito. Nos arropaste con el manto de la creatividad, la frescura y el dinamismo de quienes no ven obstáculos para alcanzar sus metas.

Este año te agradecemos porque nos ayudaste a entender que no es suficiente con saber para dónde vamos, sino, también, dónde y cómo estamos. Nos llenaste de herramientas para proyectarnos consientes de nuestros cambios; fuimos locos soñadores en compañía de 30 jóvenes que han apostado al emprendimiento como una manera de ser y estar; les diste la posibilidad de defender con orgullo y valentía sus ideas de negocio; los llevaste hasta una cumbre para ellos inexplorada en la que debieron enfrentar grandes desafíos de organización, claridad y proyección para sus emprendimientos.

CrecEO, al final del camino que recorrimos contigo les dejaste a todos estos jóvenes un mensaje de persistencia, insistencia y constancia que no olvidarán jamás y que los llevará a lugares hoy insospechados.

¡Gracias CreCEO!

Por Natalia Acosta Henao